martes, 30 de septiembre de 2008

Flamenco

Nace la inspiración del encuentro casual, esta vez con una nueva emisora de radio para internet, que Canal Sur nos ha regalado en el día de hoy. Y esta inspiración motiva unas palabras que, libres de los atados del buen sentido, toman forma en el teclado de un ordenador para llevar los pensamientos de este humilde servidor de ustedes a quien quiera leerlos.

Se trata de una emisora que retransmitirá exclusivamente flamenco las 24 horas del día, con comentaristas, entrevistas, música en directo, grabaciones antiguas, ... En fin, todo aquello que demandábamos todos a los que nos gusta el arte y las costumbres autóctonas de nuestra cultura milenaria.

Os dejo el enlace antes de que escribiendo se me vaya el santo al cielo: http://www.radiotelevisionandalucia.es/tvcarta/impe/web/enDirecto?canal=ca1 .


Aquí podréis escuchar desde bulerías de Camarón hasta unas sevillanas de Requiebros, pasando por soleares, alegrías, tarantos, malagueñas, fandangos, martinetes, ... ciertamente, la programación invita a oírla, aún a los neófitos, ya que cada diez minutos aproximadamente podréis oír un cante más "ligero", sin abusar de esta forma del cante jondo por derecho, que puede causar un efecto de repulsa en los oídos menos acostumbrados.

Ya era hora que el Flamenco, verdadera bandera de nuestra cultura en el mundo, tuviera un digno lugar en la oferta mediática a nivel mundial. Y es que nosotros mismos, en multitud de ocasiones, no valoramos la verdadera joya que nos han legado los siglos, transmitida de boca a oído, sobreponiéndose a censuras, persecuciones, marginación y muchas veces quedando relegada a patios de vecinos y oscuras y lóbregas tabernas.

Pero no olvidemos que la palabra "flamenco" proviene del árabe, significando "cante del campesino que está solo".

Si, el flamenco parte de las raíces mismas de andalucía, del campo y de la mar. ¡Cuántos cantes no habrá escuchado atenta la mar de un marinero en la cubierta de su barco, con la única compañía de la luna!. ¿Y el campo andaluz? ¿Y esos olivares que están rociados por nuestra Andalucía? ¿Y los que se dejaban los riñones en el cultivo del trigo o la vid?.

Y no nos olvidemos de nuestros vaqueros y cabreros. A veces, escuchando una soleá, me viene a la mente la imagen de un cabrero cobijado del relente bajo un olivo, con su poncho echado sobre los hombros, liándose un cigarrillo y cantando entre dientes para aliviar el peso de la abrumadora soledad.

He perdido realmente la cuenta de las veces que he oído a mis padres cantar una sevillana, un fandango o una simple copla casi sin darse cuenta, sin apenas esfuerzo. Es lo que tiene apellidarse Vargas y ser de Sanlúcar, que en la familia de uno viene sostenida por unos pilares muy anclados a lo nuestro.

Pues eso, no me voy a extender más que se hace esto luego muy pesado de leer, termino invitándoos a que busquéis la emisora en vuestro ordenador y la dejéis un ratito, a ver si no termináis tarareando ... sin daros cuenta, puesto que el mismo centro de nuestro ser, en donde se ancla el alma y el sentimiento, tenemos depositado el veneno del flamenco, que espera oculto una oportunidad para salir al exterior.

lunes, 22 de septiembre de 2008

La importancia de volver a comenzar

Otra vez volver a nuestra vida.

El comienzo de un nuevo curso, la vuelta al trabajo de vacaciones, el fin de los trabajos veraniegos ... todo no lleva aparejado otra sensación de desconcierto general que no sea la vorágine de sensaciones que nos provoca el "volver a volver", como reza la canción.

Hoy, como todos los años, pensamos en nuevos proyectos que llevar a cabo, puesto que es ahora nuestro particular "año nuevo", en una tierra que, tras adormecerse blandamente ante la indolencia del sol del verano, vuelve a desperezarse tras la vigilia estival en un mes de septiembre que comienza con aromas de mostos y vendimias.

Es este el momento de enfrentarse a todo aquello que dejamos pendiente "hasta que pase la caló" y, como pasa con la mayoría de coleccionables que inundan nuestro kioskos estos días, empezar muchas cosas para no terminarlas. Pero nadie crea que eso es un trabajo vano o inútil, puesto que el simple hecho de empezar algo pone de manifiesto el afán de querer hacer cosas, la mayoría productivas, aunque luego se malogren con el paso del tiempo. Lo que viene siendo la vida misma, reducida en este caso a la compra de unos coleccionables que, tras un inicio muy atrayente, terminan estando sólo al alcance de aquéllos a los que realmente les interesa.

Si siempre nos ha pasado igual ... con casi todo ... no vayamos a llevarnos las manos a la cabeza por esto, ni a querer cambiar una forma de ser adquirida a lo largo de tres milenios de historia: dedales de coleccionista, abanicos del mundo y las mejores obras de Saramago; los romances, el curso que nunca acabamos y el carnet de conducir. No son sino diferentes formas de nombrar aquello que nos resulta atractivo de entrada, pero la misma vida nos va enseñando que también tiene aristas, hasta el cuerpo más simple.


Saludos, y ya sabéis ... lo importante es empezar, aunque no lleguemos nunca a terminarlo.